Juan Bautista de LA SALLE, Guía de las Escuelas, dividida en tres partes
Con esta nueva entrega la serie Clásicos de la Educación que promueve la Sociedad Española de Historia de la Educación llega a su volumen número 30. Se trata de un texto fundamental de una congregación religiosa, los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que tuvieron una influencia decisiva en la configuración de la educación elemental (enseñanza simultánea; aprendizaje de la lectura en lengua vernácula, etc.), primero en Francia, irradiándose desde allí a todo el mundo, con especial incidencia en España e Hispanoamérica. Con este volumen la SEDHE quiere contribuir desde la serie Clásicos de la Educación a la edición crítica de los textos fundamentales de las congregaciones docentes, iniciado en 2004 con la publicación de El sistema preventivo en la educación de Juan Bosco, inspirador y fundador de las escuelas de los Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora (vol. 8 de la serie, edición de José Manuel Prellezo García).
La Guía de las Escuelas, escrita en 1706, consta de tres partes, aunque la tercera de ellas solo apareció en una edición posterior en 1720. Es un texto que resume el afán de Juan Bautista de La Salle por resolver hasta el mínimo detalle los problemas prácticos de la enseñanza. La primera parte, que se refiere a las materias que deben enseñarse en las Escuelas Cristianas, se titula “De los ejercicios que se hacen en las Escuelas Cristianas y del modo como deben hacerse”. La segunda parte, dedicada a la organización escolar, trata de “los medios de establecer y mantener el orden en las escuelas”. Estos principios organizativos (distribución del tiempo y del espacio, mantenimiento del orden, etc.) tuvieron gran importancia para preservar la uniformidad de todas las Escuelas Cristianas a medida que éstas se fueron multiplicando (como se dice en el prefacio de la obra, “ha sido necesario elaborar esta Guía de las Escuelas para que todo fuera uniforme en todas las escuelas, en todos los lugares donde hay Hermanos de este Instituto, y los usos fuesen en ellas siempre los mismos”). Finalmente, la tercera parte se dedica a los deberes del Inspector de las Escuelas, figura esencial para la salvaguarda y vigilancia de los principios de las Escuelas Cristianas, con especial atención a los maestros.
El texto de la Guía de las Escuelas se completa con un amplio estudio introductorio a cargo de José María Valladolid, Hermano de La Salle, editor de las Obras Completas de Juan Bautista de La Salle y traductor de la versión de la Guía de las Escuelas que ahora se publica, así como de Pauli Dávila, catedrático de Historia de la Educación de la Universidad del País Vasco. Este estudio introductorio incluye datos biográficos y de la obra escrita de Juan Bautista de La Salle, algunas consideraciones generales sobre la pedagogía lasaliana, y un apartado final dedicado a las escuelas de La Salle en España, así como al proceso de “hispanización” de las comunidades lasalianas con la paulatina incorporación de vocaciones españolas a las congregaciones de origen francés instaladas en España tras el exilio religioso provocado por la política laicista francesa a partir de 1904.